Por César Peredo
Explicar a otras personas lo que uno piensa y hace al improvisar con su instrumento, no es algo muy fácil que digamos.
Es bueno tener en cuenta aquella frase que dice “cualquiera puede improvisar”, lo cual es totalmente cierto. Muchas veces pensamos que los músicos que improvisan son gente especial que han nacido con ese talento, lo cual no es para nada cierto ya que todos los músicos pueden desarrollar esa habilidad, solo es necesaria mucha disciplina y alguien que guie tus pasos. Dicen que un buen solo está compuesto de un 1 por ciento de talento y 99 por ciento de estudio, perseverancia, disciplina y ganas de aprender.
Me gustaría contarles mi historia con la improvisación. En casa de mis padres siempre se escuchaba música popular, en las mañanas durante los 11 años que duro la escuela mi madre sintonizaba el programa radial “Boleros de ayer y de hoy” en la estación Onda Popular frecuencia de amplitud modulada, es decir en AM y en radio a tubos. Luego al volver del colegio, después de almorzar en ocasiones le pedía a mi madre que me ayudara a encender el tocador de cartuchos que fue el antecesor del cassette. Allí, en ese viejo equipo conocí a Barbra Streisand con ese timbre de voz tan cálido y con un carácter musical tan lleno de fuerza, a Ray Conniff y su orquesta con ese estilo tan de la época similares a orquestas como la de Paul Mauriat, Los Jackson Five con Michael Jackson como solista cuando aún era un niño, al cantante José Antonio Muñiz del que me encantaba escuchar la canción titulada “Solo con las estrellas” que después de muchos años logre volver a conseguir pero ya en formato de CD, a el Gran Combo de Puerto Rico haciendo salsa, y otros músicos de los que ya no recuerdo los nombres. Las fiestas en casa en ocasiones eran con orquestas de música bailable. También recuerdo algún cassette de Sergio Méndez y su Brasil 66, algunas cosas de Jimmy Hendrix y la infaltable música criolla peruana. No recuerdo haber escuchado música clásica en casa cuando era niño, recién a los nueve años, cuando empecé a tomar clases de flauta fue que mi maestro me introdujo en ella.
Les he contado esto porque me parece importante que sepan cual era el material que se encontraba grabado en mi cabeza antes de intentar improvisar. Todas esas melodías, ritmos, armonías y timbres que acumule durante algunos años estaban listas para mezclarse a través de mi flauta.
A los 9 años empecé a tocar la flauta dulce, me gustaba tocar con mi hermano Alberto, el tocaba la guitarra. Hacíamos sobre todo aquel ritmo que a inicios de los 70’s estaba muy de moda y nos gustaba mucho, el Bossa Nova. Inventábamos melodías en el momento con solo un par de acordes sencillos, el silbaba y yo lo imitaba, luego recuerdo que me decía, ahora inventa tu, hazlo solo. Y así fue que sin darme cuenta y como jugando empecé a improvisar de la manera más natural, sin estar pensando en escalas ni acordes, o si toco notas falsas, nada de eso estaba en mi cabeza, solo divertirme y sentir el placer de hacer música inventándola en el momento.
Luego recuerdo que encendía la radio y buscaba algo que me gustara, por ejemplo una balada, le subía el volumen y empezaba a acompañar a la radio con mi flauta, inventado melodías paralelas, o lo que también llamamos técnicamente como contrapunto.
Fue recién a los 18 años, cuando estuve por primera vez en los Estados Unidos de Norteamérica que conseguí un libro sobre improvisación el cual venía acompañado de un Long Play, el libro se titulaba “El arte de improvisar”. En un canal del disco se escuchaba a un instrumento solista que tocaba a modo de ejemplos las melodías y las improvisaciones con sugerencias de frases y ritmos que se utilizan en el jazz, en el otro canal se escuchaba solo el acompañamiento, de ese modo luego podía practicar colocando el balance de los parlantes hacia solo el lado del acompañamiento y yo tocando sobre el. Este libro trataba del uso de los modos empezando por el modo dórico que es el que se inicia en el segundo grado de una escala mayor. Si estamos en una secuencia Dmi7 G7 Cma7, es decir en una típica cadencia II V I, podemos utilizar la escala dórica de Re (re, mi fa sol, la, si, do, re). A esta escala se le puede adicionar la escala de re blues (re, fa, sol, sol#, la, do), y la escala pentatónica de Re (re, fa, sol, la, do). Con estas tres escalas y usando el fraseo del jazz es que me inicie intelectualmente en el mundo de la improvisación. Les sugeriría hacer algo similar, si no consiguen una pista con esta secuencia simple de acordes la podrían secuenciar en algún programa como el Sonar, Cubase, band in a box, etc. También pueden buscar alguna pista que se acomode en los métodos de Jamey Aebersold.
-Es recomendable practicar en un piano, allí podemos visualizar las notas que estamos tocando. Los que tocan un instrumento que no sea el piano, deberían tomar por lo menos un curso básico. En mi caso tuve clases por aproximadamente 10 años lo cual me sirvió mucho al practicar la improvisación además de ser una herramienta básica para hacer arreglos y componer. Tocar piano además nos facilita poder programar pistas en la computadora.
-Les aconsejo dentro de lo posible aprender a tocar algún instrumento de percusión. Yo toco timbales desde los 12 años. Luego cuando tocaba con mi grupo, los percusionistas de mi grupo y otros percusionistas que asistían como oyentes me decían que les gustaba mucho la rítmica de mis solos. La verdad es que nunca busque aplicar esos ritmos que practicaba en los timbales en mi flauta, era algo totalmente inconsciente pero que funcionaba bien.
-Otro ejercicio que ayuda mucho es el de cantar una melodía inventada y luego tocarla en tu instrumento empezando por frases muy cortas y poco a poco a medida que se gana destreza ir haciendo frases más largas. El objetivo de este ejercicio es que después podamos tocar directamente en nuestro instrumento lo que se nos está ocurriendo en ese momento en la mente.
-Al principio muchos suelen perder el pulso o perderse en la secuencia armónica por más sencilla que esta sea. También es común al principio que muchos toquen notas falsas, pero no por eso deben de desanimarse, pues es completamente normal que eso suceda al inicio.
-Por lo general solemos perdernos en el ritmo por estar más concentrados en las notas que vamos a tocar. Si esto te llega a suceder lo mejor es volver la pista al inicio y empezar nuevamente. Recuerda que la práctica si hace al maestro.
-Si tocas notas falsas la solución es sencilla, solo debes de subir o bajar medio tono a aquella nota e inmediatamente estarás nuevamente dentro del tono de la improvisación que estas ejecutando.
-Es aconsejable aprender bien la secuencia antes de empezar a practicar con el instrumento las improvisaciones. Cuando un músico asiste a un jam sesión generalmente ya sabe la secuencia armónica de memoria, es raro que un músico se atreva a tocar en una de estas sesiones un tema sin conocerlo, a no ser claro que este sea un blues, del cual todo buen músico conoce la secuencia.
Progresión de blues: I / I / I / I / IV / IV / I / I / V / IV / I / V
Si practicas bastante esta secuencia de blues, después de un tiempo te darás cuenta que ya no será necesario contar los compases.
-El proceso de aprendizaje de la improvisación se puede comparar con el proceso de aprender a caminar en el cual cuando estas aprendiendo lo normal será que te caigas, pero inmediatamente te levantas y sigues intentándolo hasta llegar a un punto en el que habrás desarrollado la habilidad necesaria para hacerlo, después de un tiempo podrás correr y ni se te ocurrirá pensar en que te vas a caer. Lo mismo sucede en la música, al principio te perderás, tocaras notas falsas, pero luego veras que eso ya no sucederá más.
-Una recomendación que hacen todos los maestros que enseñan el arte de improvisar es escuchar grabaciones sobre todo de solistas de las décadas del 60 y 70 como Phil Woods, Charlie Parker, Clifford Brown, Miles Davis, por citar algunos de los músicos que considero importantes conocer. Muchos pensaran, para que van a escuchar eso tan antiguo si lo que todos quieren es improvisar como Pat Metheny, Chick Corea, Arturo Sandoval, Dave Valentin, Dave Sanborn, etc. Pero déjenme contarles que todos ellos lo primero que hicieron fue escuchar a los antiguos maestros y luego crear su propio estilo, es como estudiar la historia de la improvisación de manera práctica. Algo que me ayudo mucho a conocer el fraseo del Bebop fue tocar los solos de Charlie Parker los cuales estan incluidos en el Omnibook.
-Otro valioso consejo que les puedo dar es, cuando una frase o un solo les guste transcríbanlo, primero en el tono original de la grabación y luego a todos los demás tonos, es bueno estar preparado técnicamente para poder improvisar en cualquiera de los 12 tonos.
Excelentes consejos..muchas gracias y exitos para usted maestro cesar peredo..aqui en tacna estudiantes de flauta seguimos su musica :)
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