¿Se puede acaso aprender algo acerca de un instrumento o un arte sin practicarlo?
La dificultad en el aprendizaje de un instrumento aumenta por el hecho de que la mayoría de los aspirantes a músicos de hoy en día, esperan recibir una fórmula que diga “Cómo debe usted practicar” esperando tal vez que se les especifique cómo hacerlo durante las horas diarias que practica, minuto a minuto, y eso significa, en este caso, que el maestro les diga todo. Sin embargo, pienso que el alumno debe de tomar sólo como referencia las pautas que se les da para practicar diariamente porque es muy importante que también utilice su fantasía, cree sus propios ejercicios, sea duro al auto criticarse y exigente consigo mismo.
La práctica de un instrumento como la flauta debe ser tomada como una experiencia personal que sólo podremos tener por y para nosotros mismos.
La práctica de la flauta y la de cualquier instrumento o expresión artística en general, tiene ciertos requisitos generales, independientes por completo de que sea pintura, danza, teatro o música. En primer lugar, la práctica de un arte requiere disciplina. Si lo que lo motiva se expresa como “estoy en el estado de ánimo apropiado” podría pensarse que dicha práctica constituye un hobby agradable o entretenido, más nunca una dedicación que lleve a proyectarse a un maestro en ese arte. Esto debe quedar muy claro: ¡la práctica si hace al maestro!.
Sin embargo, no se trata únicamente de la disciplina relativa a la práctica de un arte en particular, sino de la disciplina durante toda la vida. Cuando un instrumento se practica con mucha dedicación por algunos años (normalmente en el período de aprendizaje), se llegan a poseer capacidades que nadie nos quitará por el resto de nuestras vidas; pero hay otras habilidades y destrezas que si no se siguen practicando diariamente nos abandonarán en corto tiempo, como el sonido, el dedaje, los matices y otros elementos.
Podría pensarse que para el hombre moderno no hay nada más fácil de aprender que la disciplina. ¿Acaso no pasamos ocho horas diarias en el trabajo, donde tenemos una estricta rutina, de una manera disciplinada? En cambio, es cierto también que el hombre moderno es excesivamente indisciplinado fuera de la esfera de su trabajo. Cuando no trabaja, prefiere ser ocioso, haraganear, o, para usar una palabra más agradable: ¡relajarse! Ese deseo de no hacer nada constituye, en gran parte, una reacción contra la rutinización de la vida. Como el hombre está obligado durante ocho horas diarias a gastar su energía con fines ajenos, en formas que no le son propias sino prescritas por el ritmo de trabajo, se rebela y su rebeldía toma la forma de una complacencia infantil para consigo mismo. Asimismo, en la batalla contra el autoritarismo, el hombre ha llegado a desconfiar de toda disciplina. Sin esa disciplina empero, la vida se torna caótica y carece de concentración.
Vemos pues, que la mayoría de la gente que nos rodea debe trabajar ocho horas diarias encerrada entre cuatro paredes; en cambio los músicos, en cierta forma, somos “libres”. Entonces, ¿qué nos cuesta practicar un instrumento como la flauta por lo menos durante cuatro horas diarias? Eso significa utilizar la mitad del tiempo de un trabajo de rutina. Y por si fuera poco, ¡tocar la flauta nos gusta!... entonces, creo que deberíamos meditar un poco acerca de esto.
Reflexionemos un poco de la concentración al practicar la flauta. Como todos sabemos, la concentración es una condición indispensable para el dominio de un instrumento; no obstante, en nuestra cultura, la concentración es aún más difícil de lograr que la auto disciplina. Muchos músicos toman su instrumento -supuestamente para practicar-, y al hacerlo están pensando en cualquier otra cosa, o tal vez están mirando por la ventana a ver qué pasa del otro lado, en vez de concentrarse en sus dedos, en el sonido, en la relajación, en la música, en el estilo de la pieza, etc. ¿Por qué no podemos concentrarnos cuando estamos a solas con nuestro instrumento?.
En la práctica de la flauta como en la de cualquier otro instrumento se requiere de mucha paciencia, al realizar los ejercicios de sonido en diferentes matices será muy difícil conseguir, desde un principio, un sonido que satisfaga al alumno y al maestro, pero si continuamos practicándolo diariamente con mucha paciencia, buscando la embocadura perfecta o más adecuada, llegará un día en que saldrá sin ningún esfuerzo causándonos quizá una grata sorpresa. Lo mismo sucede al practicar una escala; la igualdad de los dedos al principio será irregular, pero si lo hacemos con paciencia y lo practicamos desde el principio muy lentamente y con la ayuda de un metrónomo, obtendremos buenos resultados en un plazo no muy largo.
Otra condición para aprender cualquier instrumento es, tener una preocupación suprema por el dominio del arte. Si dicho arte no es algo de suprema importancia, el discípulo jamás lo dominará; será, en el mejor de los casos, un buen aficionado, pero nunca llegará a ser un maestro. Esta condición es tan necesaria para el arte de tocar la flauta como para la de cualquier otro instrumento.
Por último, debe señalarse con respecto a las condiciones generales para dominar un arte que en la mayoría de casos no se empieza por aprender a tocar el instrumento directamente sino que deben aprenderse primero un gran número de cosas que aparentemente no tendrían ninguna relación con él. En este caso, un aprendiz del arte de tocar la flauta comienza con la práctica de notas largas, ejercicios básicos y escalas.
Si se aspira a ser un maestro en cualquier arte, se debe dedicar toda la vida a él, o por lo menos, relacionada con él. Esto no significa el apartarnos u olvidarnos de otras actividades de vital importancia como la práctica de un deporte, la buena alimentación, la lectura, el descansar bien, etc. Sin embargo, pienso que cuando una persona decide hacer algo prioritario en su vida, sea lo que sea, debe hacerlo con mucha pasión.
César Peredo, 1990
http://cesarperedo.blogspot.com/2010/10/la-practica-de-la-flauta.htmlCon relación a las horas de estudio considero que es muy personal y depende del momento, si tienes las formulas correctas para solucionar un problema se trata de ser consciente, de notar que estás concentrado trabajando, estudiando el problema con las fórmulas que tu profesor o tu mismo hayas encontrado para solucionarlo, si estas fórmulas son correctas, en mi caso hay dias en que puedo estar concentrado solamente 5,10,15 minutos y otros dias 2 horas o más.
ResponderEliminarLo importante es ir notando que solucionas el problema y si las fórmulas son correctas lo solucionarás.
Es importantísimo tener un buen professor que te diga realmente el COMO solucionar un aspecto determinado, ya sea de digitación, articulación, respiración, sonoridad, dinamica de expresión, posición general del cuerpo, memorización etc. hay muchos profesores que se limitan a decir, si les gusta como tocas a decir muy bien, y si no les gusta a decir muy mal pero no saben decirte ni porqué lo has hecho bien o porqué lo has hecho mal.
Siempre les digo a mis alumnos que si aplican en su estudio mis pautas de COMO solucionar un determinado problema y ni lo dolucionan que se busquen a otro profesor pués será que mis pautas del COMO no son adecuadas y por tanto seria un mal profesores. Ahora bien hay muchos alumnos que confunden mucho estudiar, con tocar.
Cuando un alumno me viene a la clase siguiente y me dice: esta semana he estudiado una hora cada dia y no he solucionado nada, ¿una hora cada dia y no has solucionado nada? les digo yo, a ver, has aplicado la solución que te di para la digitación, respuesta no, memorizaste cada frase en la forma que te dije, respuesta no etc. entonces les digo, tu no has estudiado una hora cada día, tu has tocado una hora cada día pero no has estudiado ni un minuto.
Depués durante la clase aplicamos el COMO, y generalmente en los 30,45 minutos de clase acaban tocando los deberes de la semana anterior incluso de memoria